Esperanza de Triana

Ajuar Stmo. Cristo

En el ajuar del Santísimo Cristo de las Tres Caídas destacan, sobre todo, los juegos de potencias y las túnicas bordadas, además de broches y gemelos que conforman el joyero de Nuestro Amantísimo Titular.

CRUCES

En la primera foto conocida del Cristo publicada por el Boletín de las Cofradías y realizada por Almela, lo vemos en su paso procesional anterior al que talló Salvago y Cía. en 1894. Presenta una cruz arbórea, adornada con unos casquillos lisos de plata en su color rematados por perillas. Estos casquillos fueron propiedad de nuestra Corporación hasta la década de los sesenta, siendo cedidos a la Hermandad de la Palma de Cádiz, que los ha devuelto muy recientemente con motivo del IV Centenario de la Hermandad, para que los luzca en su camarín el Cristo de las Tres Caídas.

En 1922, con motivo de las reformas que se le practican al paso estrenado en 1894, se estrenó una cruz procesional de madera oscura de sección cuadrada, fileteada en metal plateado con cantoneras lisas rematados por perillas con asas, el cruce de sus brazos se decora con un ancla inserta en una corona de espinas rematada por cuatro ráfagas.

En 1938 se amplía el paso, para incluir el misterio que realizó Antonio Castillo Lastruccci. Éste talló una cruz arbórea que en sus primeros años fue sin ningún tipo de adorno hasta que en 1955 estrena unas ricos cantoneras de plata dorada, labrados por Orfebrería Villarreal, según se recoge en las actas de un Cabildo de Oficiales de 1954, en los que se habla de realizar las citadas conteras y unos faroles en plata para acompañamiento de insignias según diseños del citado orfebre.

Probablemente en los años sesenta estrenara unas cantoneras de plata dorada que se rematan en hojas y acanto y perillas, y que lleva en el cuerpo del casquete una decoración superpuesta seriada de tipo vegetal. Actualmente son los que decoran la cruz de camarín, desconociéndose su autor.

La actual cruz de salida del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, ha sido realizada en 2005 por el escultor Francisco Rodríguez Fernández. Su apariencia es arbórea, pero en realidad se ha realizado en poliéster imitando la anterior, tallada por Antonio Castillo Lastrucci.

POTENCIAS

Las potencias son piezas de orfebrería que imitan tres haces de luz y que orlan la cabeza del Divino Redentor. Algunos investigadores las hacen derivar de los primitivos nimbos cruciformes con que solía representarse a Jesús en el arte bizantino y en la Edad media, aunque otros quieren ver en cada haz de luz un aspecto concreto de la divinidad. No será hasta el siglo XVI cuando se popularicen, porque hasta esa fecha lo más común era el uso de un nimbo.

Por fotografías de finales del siglo XIX sabemos que el Cristo de las Tres Caídas poseía en esas fechas un juego de potencias que se remataban en su parte central por una flor de lis (símbolo de los Borbones), modelo muy utilizado durante el siglo XVIII desde la proclamación como Rey en 1701 de Felipe V. Éstas desaparecieron a principios del siglo XX, siendo sustituidas por otras de diseño más moderno. Con motivo del IV Centenario de la Hermandad de las Tres Caídas, en 2008, se han donado unas de un diseño parecido después de ser adquiridas en un anticuario. Son las más antiguas que posee, fechables a principios del siglo XVIII. Son de plata en su color, de claro sabor pasado. Su núcleo se compone de grandes flores bulbosas y vegetación claramente barroca, muy en la línea de los trabajos del orfebre jerezano Juan Laureano de Pina, que trabaja en Sevilla a finales del siglo XVII y principios del XVIII. De esta galleta nacen cinco rayos del siguiente modo: liso, ondulado, vegetal terminado en flor de lis, ondulado y liso. Con ellas, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas parece retroceder en el tiempo, obteniendo una muy bella e inusual estampa.

Existen otros cuatro juegos de potencias en el ajuar del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. Dos de ellas son de diseño muy parecido, poseen cinco grupos de haces de rayos lisos biselados y ostentan en sus núcleos un ancla entre motivos vegetales y deben ser las más antiguas de estas cuatro. Una de ellas, la de metal dorado, que presenta una cabeza de ángel en la base de la galleta decorada por un ancla, debieron de estrenarse en a principios del siglo XX., ya que aparecen en fotos anteriores al estreno de la cruz de sección cuadrada de 1922.

La otra, de plata en su color, en la que la cabeza del ángel aparece inserta en el arranque de los rayos, posee un trabajo de repujado más realzado y fino por lo que hemos de retrasar su ejecución hacia finales de la década de los cuarenta cuando se realiza la ampliación del paso de Cristo, recordando su trabajo a piezas del orfebre cordobés Emilio García Armenta.

Las que luce más a menudo en el camarín son unas potencias de plata dorada, que poseen cinco grupos de haces de rayos lisos, que se intercalan por pequeños motivos afiligranados terminados en llama flameante. Los núcleos muestran una pequeña cartela con el anagrama de Cristo en diamantes y bajo la misma aparece una cabeza de querubín alada, todo ello rodeado de motivos vegetales calados. No se conserva documentación de las mismas pero por el trabajo del núcleo quizás se deban al punzón del orfebre Villarreal, podría tratarse de las que aparecen a partir del inventario de 1957.

Las que utiliza en su salida procesional fueron realizadas en oro por el taller de Villarreal en 1987. Son las más finas en cuanto a su diseño y trabajo. La ráfaga se compone de cinco grupos de rayos lisos, biselados con terminación a distinta altura, que se intercalan con pequeñas ramas en forma de espinas caladas. Sobre la base del grupo principal de rayos se superpone una pequeña ancla. El núcleo está formado por diversos roleos vegetales calados, destacando en su centro una cartela oval de bordes recortados con el anagrama de Cristo en diamantes bajo los cuales aparecen unos paños colgantes con la siguiente inscripción: CRISTO/ DE LAS TRES/ CAÍDAS.

TÚNICAS

La primera noticia que tenemos de una túnica bordada del Cristo de las Tres Caídas es gracias al inventario de 1868: Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas con una túnica vieja bordada. No conocemos más datos sobre esta prenda pero tal vez sea la que se restaura en 1889, y la que aparece en las fotografías del paso del Santísimo Cristo de las Tres Caídas fechadas entre dicho año y 1893. Atendiendo a esas fotografías, parece que se trata de una túnica bordada en oro sobre terciopelo morado, los bordados se reparten a modo de ancha cenefa por la parte baja, y más delgada en el extremo de las mangas y el pecho. Lo que más destaca en su dibujo son unas grandes “ces” en el peto, pequeñas flores en las mangas y la guardilla decorada con dos cuernos de la abundancia a partir de los cuales se desparrama el resto de la decoración. Por su diseño podría tratarse de una túnica realizada en las primeras décadas del siglo XIX, relacionándose estilísticamente con las bambalinas que lució la Virgen en las fotos de finales del XIX.

 

La Túnica del IV Centenario, una obra recuperada de Rodríguez Ojeda

En 1894, el Santísimo Cristo de las Tres Caídas estrenó una riquísima túnica de terciopelo morado bordada en oro por Juan Manuel Rodríguez Ojeda, valorada en 3075 pesetas. Tiene un estilo claramente romántico en la que los cardos y los temas vegetales inundan por completo la prenda. Una de las particularidades de su diseño es la asimetría del dibujo en su parte posterior, frente a la simetría de la parte delantera lo que apunta a un cambio de estilo en la obra juanmanuelina que pasa de su etapa romántica a la regionalista.

El elemento más característico de la misma es el que centra la composición de su parte trasera, en la que una hebilla ciñe y sirve de soporte a los roleos que se expanden y enroscan en la misma. Dicha túnica la utilizó el Señor en su paso procesional hasta 1940/1941 aproximadamente, posteriormente cayó en desuso, quizás por las modas imperantes del momento, por lo que hacia 1980, con los bordados de la misma se compuso un manto de camarín de terciopelo burdeos para la Virgen de la Esperanza.

En el año 2008, y para conmemorar el IV Centenario de la Fundación de la Hermandad de las Tres Caídas, la Corporación ha realizado una copia, gracias a la paciente labor del hermano y proyectista Francisco Javier Sánchez de los Reyes, quién a través de fotografías antiguas y de las piezas de bordado del citado manto, ha recuperado lo más fidedignamente posible el diseño original de Juan Manuel Rodríguez Ojeda. La tarea de recomponer el dibujo la ha facilitado el propio manto ya que al pasarlo no le descompusieron el dibujo, sino que la trasera y la delantera de la túnica se situaron a uno y otro lado de las vistas, creando un efecto asimétrico que ha sido de gran ayuda para reproducir su dibujo. El nuevo bordado de la prenda ha sido realizado sobre terciopelo granate por el taller de bordados Artesanía Santa Bárbara, dirigido por Joaquín López y Juan Areal. La túnica fue presentada y bendecida el 31 de octubre de 2008 en la parroquia de Santa Ana.

Otras túnicas bordadas: Santa Isabel, Carrasquilla y Paleteiro

El Santísimo Cristo de las Tres Caídas cuenta con otras tres bordadas en su ajuar. La primera de ellas es la realizada en 1959 por las monjas de Convento de Santa Isabel según nos informa un cabildo de oficiales celebrado días antes de la Semana Santa de aquel año. Está bordada en oro sobre terciopelo granate y su diseño se limita a una pequeña y repetitiva cenefa que intercala pequeñas hojas con zarcillos entrelazados en las mangas y pecho, mientras en la parte inferior nos muestra una cenefa similar pero más ancha y menos compacta. Desde que se cambió el candelero del Señor por un cuerpo anatomizado no es posible usarla.

La segunda túnica fue realizada por Carrasquilla en 1978. Está bordada en oro sobre terciopelo morado. Los bordados se concentran en cenefas, de modo similar a la anterior, aunque con un dibujo menos esquemático y más airoso, combinando elementos vegetales y geométricos que nos recuerda los diseños de Juan Manuel Rodríguez Ojeda de los que fue heredero este taller.

Por último, la túnica realizada en 1993 por el taller de José Ramón Paleteiro Bellerín, que fue una donación del Grupo Joven de la Hermandad y por el propio bordador que donó el importe de los materiales. Esta bordada en oro sobre terciopelo granate y al igual que las anteriores, los dibujos se agrupan en la parte inferior de la túnica y mangas, así como por el pecho. Posee un dibujo muy proporcionado y equilibrado que mezcla motivos vegetales con Ces. El diseño se presentó en el boletín de adviento de 1992, pero al proyecto primitivo se le enriquecieron los bordados del peto, resultando una pieza de mayor riqueza y vistosidad, que fue bendecida en la Capilla de los Marineros el 2 de abril de 1993.

 

 

JOYERO DEL SANTÍSIMO CRISTO
El joyero se compone de los broches para ceñir el cordón y los gemelos que usa el Santísimo Cristo de las Tres Caídas con las distintas camisas.

Existen dos broches realizados por Fernando Morillo Lasso, uno de mayor tamaño con forma de flotador en el que se inserta el escudo de la Hermandad en oro, esmaltes y brillantes, con la siguiente inscripción: FERNANDO MORILLO LASSO A MI CRISTO AÑO 1962. El otro, realizado en 1965 en oro amarillo y oro blanco, sirve de pasador del cordón y está decorado con el anagrama de Cristo en brillantes.

De entre los gemelos se debe destacar el juego realizado por Fernando Morillo Lasso en 1966 en oro, plata y brillantes, con forma de ancla inserta en un flotador con la Leyenda: ESPERANZA DE TRIANA. El cierre trasero es muy singular presentando forma de remo. Posee otros seis de oro: destacando unos con forma de nudos marineros, otros rectangulares con el anagrama de Cristo grabado y otros circulares decorados con un relieve de un barco frente a la Capillita del Carmen del Puente de Triana, con el cierre en forma de timón. Este último juego fue donado en 1998.

A finales de los años ochenta la banda del Santísimo Cristo de las Tres Caídas regala una corneta de oro y dos tambores: uno de plata dorada y otro de oro con la inscripción 18/3/89.

Completan el joyero del Santísimo Cristo tres broches: el primero, de oro y oro blanco, decorado con tres rubíes y con el anagrama de Cristo en brillantes, fue regalado a finales de la década de los noventa. También hay que destacar dos broches de igual diseño, uno en plata y otro en oro, ambos con el anagrama de Cristo en plata calada decorada con amatistas. Este motivo se inserta en una ráfaga circular a modo de sol sobre nubes. Realizados por Joyería Mill, fue un regalo con motivo del IV Centenario de la fundación de la Hermandad de las Tres Caídas, que se fusionaría con la anterior Hermandad de la Esperanza, aniversario celebrado en 2008.