Con el otoño llamando a las puertas del calendario hispalense, el salón de los carteles de la Real Maestranza de Caballería ha acogido al mediodía del lunes 16 de septiembre la presentación del cartel anunciador del festival taurino que tendrá lugar el próximo 12 de octubre y cuyos fines benéficos serán a favor de la querida Hermandad del Baratillo y de la nuestra de la Esperanza de Triana, corporaciones estrechamente unidas y más desde el reciente hermanamiento entre ambas.
El lienzo es obra del pintor baratillero Luis Rizo Haro, quien sobre el albero ha retratado cuatro toros, dos con los colores morado y verde en alusión a los nazarenos del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y a los de Nuestra Señora de la Esperanza respectivamente, y los otros dos con el color azul de la túnica nazarena de la cofradía de la calle Adriano y rojo de la botonadura del hábito penitencial de quienes acompañan el Miércoles Santo al misterio de la Piedad.
En el acto tomó la palabra Ramón Valencia, empresario de la plaza, quien informó que las entradas comenzarán a venderse a partir del jueves 19 de septiembre por internet, mientras que el festival dará comienzo a las 17:30 horas del sábado 12 de octubre, agradeciendo a las dos hermandades su colaboración para recuperar el día de la Hispanidad como jornada taurina. Así mismo, el abogado Joaquín Guillermo Moeckel recordó los nombres de los toreros que componen el cartel de este evento, precisando como detalle curioso que Cayetano Ordóñez representará a la Esperanza de Triana como hermano nuestro y Morante de la Puebla al Baratillo como cofrade que es de esta hermandad, y junto a ellos estarán también sobre el albero Diego Ventura, José María Manzanares, Pablo Aguado y Jaime González-Écija.
Sergio Sopeña, nuestro hermano mayor, indicó que «este es el verdadero rostro de la Esperanza, el de la Caridad», en clara referencia a los fines por los que se convoca esta corrida, mientras que su homónimo en el Baratillo, Marcelino Serrano, afirmó que esta convocatoria servirá para aunar y consolidar nuestro hermanamiento.
