Con motivo de la celebración del Año Jubilar, concedido por Su Santidad el Papa Francisco, por el I Centenario de la coronación canónica de María Santísima del Rocío; nuestra hermandad realizará el próximo 24 de noviembre, domingo y Festividad de Cristo Rey, una peregrinación a pie desde la Aldea del Rocío hasta la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la localidad de Almonte para postrarnos ante la Blanca Paloma y celebrar la Santa Misa a sus plantas.
El itinerario a seguir durante la jornada será el siguiente:
· Salida en autobús desde Sevilla a las 08:30 horas de la mañana.
· Llegada a la Aldea del Rocío en torno a las 09:45 horas.
· Inicio de la peregrinación a pie a través del Camino de los llanos, sendero por el que la Santísima Virgen discurre en su traslado a su pueblo de Almonte cada siete años.
· A las 12:00 h., rezo del Ángelus y breve parada de avituallamiento.
· A las 14:30 h., parada para el almuerzo y la convivencia fraternal entre hermanos.
· Llegada a las inmediaciones del pueblo de Almonte en torno a las 17:00 h.
· A las 18:00 h., celebración de la Sagrada Eucaristía en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, ante María Santísima del Rocío. Intervendrá musicalmente el coro de nuestra hermandad.
· Rezo de la Salve y vuelta a Sevilla en autobús.
El precio total y unitario para todos los hermanos que deseen participar de esta peregrinación jubilar es de 25€, con todos los gastos incluidos en el mismo. Para todos aquellos fieles que, sin pertenecer a nuestra corporación, deseen ser partícipes de esta jornada, el precio asciende a 30€, igualmente con todos los gastos incluidos.
El plazo de inscripción y pago comprenderá entre los días 21 de octubre (lunes) y 6 de noviembre (miércoles), en las dependencias de la mayordomía de nuestra hermandad, dentro de su horario habitual de apertura (18:00h – 21:00h).
Invitamos a todos nuestros hermanos y a los devotos de nuestros amantísimos Titulares a participar en esta inolvidable jornada de convivencia jubilosa en el seno de nuestra corporación para, así, alcanzar los frutos espirituales que nos otorga la Virgen del Rocío en el centenario de su coronación.
