Dentro de la labores de conservación de enseres iniciado por la junta de gobierno de la hermandad, se ha procedido a la limpieza y restauración por parte de nuestro conservador, José Espinar Rodríguez del manto blanco de Nuestra Señora de la Esperanza.
En primer lugar se ha procedido a microaspirar la pieza con la ayuda de pinceles y brochas, empleando un bastidor con tul entre la boquilla del aspirador y la obra, evitando así posibles desprendimientos de material original.
La obra presentaba un problema de abundante corrosión en los bordados, que le conferían un aspecto verdoso o turquesa, con el fin de eliminarla se ha realizado un test de limpieza con distintos productos y disolventes en distintas proporciones. Estos productos se han aplicado mediante el empleo de hisopos de algodón.
Finalmente se optó por la utilización de un disolvente compuesto por un hidrocarburo no polar, constituido por la mezcla de hidrocarburos alifáticos y aromáticos. Este producto ni oxida, ni hidroliza, siendo por tanto apto para su utilización en fibras textiles, ya que no produce reacción ninguna en ellas.
Se realizó una primera limpieza, retirando la mayor parte de costras de corrosión que presentaba, posteriormente se realizó una segunda limpieza que consistió en eliminar los pequeños restos que quedaban en zonas de difícil acceso. Tras ello se realizó una tercera limpieza, esta vez mecánica, mediante el empleo de brochas y material espumado para eliminar el resto de suciedad en los bordados.
Por último se ha procedido a la fijación de aquellas zonas del bordado con presencia de hilos y elementos decorativos sueltos. La fijación se ha realizado mediante el sistema de costura, llevando tanto los hilos como los elementos decorativos a su disposición original.