Tras las obras de acondicionamiento y mejora efectuadas en el retablo y en el camarín que preside el Santísimo Cristo de las Tres Caídas, nuestro titular cristífero regresa desde este lunes 22 de noviembre a su altar, habiendo sido cambiado de vestimenta igualmente.
Luce el Señor túnica lisa de color burdeos, a la vez que se nos muestra con el juego de potencias de metal dorado del primer tercio del siglo XX y de autoría anónima, cuya principal característica es la presencia en cada una de ellas de la cabeza de un querubín en la base de la galleta decorada, a su vez por un ancla. La cruz aparece adornada con los casquillos lisos de plata en su color rematados por perillas de hace más de un siglo y que durante casi cincuenta años estuvieron cedidos a la Hermandad de la Palma de Cádiz.