Esperanza de Triana

PATRIMONIO | Culminación del manto rojo bordado de Nuestra Señora de la Esperanza

La junta de gobierno, en su deseo de seguir incrementando y perfeccionando nuestro patrimonio destinado al culto a nuestros Sagrados Titulares, tuvo a bien encargar al taller de las Hermanas Rama la culminación de los bordados del manto de terciopelo rojo de la Santísima Virgen, cuyas dos vistas frontales fueron realizadas en 2012 por el taller de Artesanía Santa Bárbara, siguiendo el dibujo de nuestro hermano Javier Sánchez de los Reyes. El diseño de los nuevos bordados que cubren todo el resto de la superficie trasera de la obra se encargó a nuestro hermano Antonio Castro.

El proceso de culminación al que ha sido sometido el manto rojo obedece a la necesidad de enriquecer la vista trasera de la Santísima Virgen, tanto en su camarín como en los traslados y cultos pertinentes.

De esta forma, se partía de las vistas frontales, que estilísticamente se corresponden a un estilo cercano al de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, que trabajó para nuestra Hermandad a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Es por ello que se optó por dar continuidad a este diseño, tomando inspiración en las prendas juanmanuelinas que atesora la Corporación: la túnica del Santísimo Cristo de las Tres Caídas y la saya negra de Nuestra Señora de la Esperanza. Ambas prendas cuentan con un denominador común: una composición marcada por la asimetría. Es por ello que se decide articular el manto de forma que el centro esté dominado por unos motivos asimétricos que parten de la zona de la cola de forma ascendente, ramificándose hacia los laterales. Esta zona lateral se despeja ligeramente para una óptima transición entre la cola -más rica- y las vistas.
Destacan en la composición la gran palma central, que protagoniza la parte trasera del conjunto. También son muy notables las piezas de gran formato que se han dispuesto en esta referida zona, bordadas con técnicas de gran dificultad y volumen.

Por su parte, el bordado de la obra también ha sido cuidadosamente interpretado por el taller de las Hermanas Rama, empleando las puntadas propias de la obra de Rodríguez Ojeda. Especial relieve adquieren los puntos de mosqueta, puntita y “topos”.

El resultado que se ha conseguido materializar es el de un manto rico, pero al mismo tiempo equilibrado, además de creíble estilísticamente, al inspirarse en piezas del propio ajuar histórico de la Santísima Virgen.