En el año 1974 un grupo de hermanos, buena gente, empezaron a reunirse en la casa de Amparito Díaz Portillo y Julián Arenas, en la calle de los Salesianos, con la idea de ensayar unos villancicos para cantarlos en la Misa del Gallo que se celebraba cada Nochebuena en nuestra Capilla de los Marineros. Nombres de hermanos, algunos de los cuales ya están en la Gloria de Dios Padre; y todos, presentes y ausentes, muy queridos como Lola Méndez, Pepe Díaz, Pepe Montes, Juan Zaragoza, los hermanos de Amparito, Manolo y Julio, así hasta dieciocho, y sobretodos ellos un compositor y director musical extraordinario, el recordado Manolo García, y un poeta tocado por la mano de la Esperanza, Manolo Garrido, a quien nuestro Cristo Caído guarde muchos años para gloria de nuestra Hermandad, autor entre muchas y felices obras de las famosas sevillanas del “adiós”, que llegara a cantar hasta un Papa tan grande y querido como San Juan Pablo II. El éxito fue tan espectacular que decidieron continuar los ensayos, dos por semana, para ampliar el repertorio y poder cantar en los cultos de la Hermandad. Así se fue gestando una tradición muy nuestra, mantenida durante más de cuarenta años. Este fue el embrión de lo que hoy conocemos como el Coro de la Esperanza de Triana. En Sevilla supuso una novedad la aparición de este Coro, distinto a lo que había en aquella época y poseedor de una gran calidad artística, por sus músicas, por sus letras y por sus voces. Las canciones y villancicos compuestos por los directores ya citados para este Coro, han sido después interpretados e incluso grabados en discos por otros grupos, tal es su calidad musical y literaria. Pero destacando por encima de todo estuvo y sigue estando la devoción de todos sus componentes al Santísimo Cristo de la Tres Caídas y a su Madre bendita de la Esperanza.
En 1975 ya cantaron el Triduo de Besamanos de la Esperanza, además de la Misa del Gallo y poco después vinieron los cultos del Quinario al Santísimo Cristo y del Septenario a Nuestra Señora de la Esperanza. Los directores son los autores de la Salve a la Stma. Virgen de la Estrella, que estrenó nuestro Coro poco después ante su bendita imagen. Muchas han sido las actuaciones fuera de la Hermandad y muchos los premios obtenidos en los certámenes a los que ha concurrido, dentro y fuera de nuestra ciudad. El Coro ha cantado, entre otras, a la Pura y Limpia del Postigo, en el Patio de los Naranjos, con sus cantos que tanto gustaban al Cardenal Bueno Monreal, en la Basílica de la Macarena, en las hermandades de Montesión, Rocío de Triana, etc. Es tradicional que acudan por Navidad a cantar al Pabellón de Oncología Duque del Infantado, al Asilo del Barrio León y a otras instituciones benéficas. Hoy día se ha visto ampliado notablemente su repertorio, con las aportaciones de los distintos directores que se han ido sucediendo en sus más de cuatro décadas de existencia, así como las de hermanos y devotos que le han rezado a nuestro Cristo y a nuestra Virgen de la mejor manera que han sabido hacerlo, con sus músicas y sus letras. Pero aún se mantienen aquellas que tanto nos siguen emocionando cuando las cantamos: La “Nana de Señá San Ana”, “La Anunciación, “El Belén de la Esperanza”, “El tiempo ha llegado”, y tantas otras, amén de dos piezas extraordinarias como son el “Padrenuestro Caído” y la “Salve a la Esperanza de Triana”, para admiración de propios y extraños.
Actualmente, el Coro Esperanza de Triana sigue manteniendo su compromiso con la Hermandad, cantando los distintos cultos y participando activamente de la vida de nuestra Corporación. Vive una nueva etapa con la Dirección General a cargo de David Sánchez Aguilar y la Dirección Musical por Joaquín Martín Sutilo y Manuel Moreno Rodríguez. El Coro continúa incrementando su repertorio con nuevas composiciones, a la vez que contribuye a llevar el nombre de la Esperanza a todos los rincones posibles
Hay que destacar como un nuevo hito la grabación de un disco de villancicos, que ha sido varias veces reeditado ante el éxito obtenido. Hay que destacar, asimismo, que en el Besamanos del año 2014 se vio cumplido un anhelo por parte del Coro, al hacerle entrega a Nuestra Señora de la Esperanza de una pandereta de oro en recuerdo de todos los que han pasado por el Coro en estas décadas de amor a la Santísima Virgen.