Amanecía el Jueves Santo y ya se intuía que sería una jornada de sol y calor, como había sido la tónica habitual de la Semana Santa. A las 8 de la mañana, cuando se abrían las puertas de la Capilla de los Marineros ya había una amplia fila de devotos esperando contemplar a Nuestra Señora de la Esperanza y al Santísimo Cristo de las Tres Caídas en sus pasos preparados para la Estación de Penitencia.
Eran en torno a las 10 de la mañana cuando llegaba el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, acompañado del Ilmo. Sr. Delegado Diocesano de Hermandades y Cofradías, Rvdo. P. D. Marcelino Manzano y del Ilmo. Sr. Rvdo. P. D. Eugenio Hernández, Director Espiritual de la Corporación y Párroco de la Real Parroquia de Señora Santa Ana, así como del Ilmo. Sr. Presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías. EL Señor Arzobispo fue recibido por el Hermano Mayor, D. Alfonso de Julios-Campuzano González, así como por los Secretarios de la Corporación, Dña. Dolores Oliveros y D. Daniel Otero. En sus palabras, llenas de sentimiento y afecto por la Corporación y su Hermano Mayor, el Señor Arzobispo tuvo presentes a quienes esa noche realizarían su Estación de Penitencia acompañando a Nuestros Sagrados Titulares en la noche en que Jesucristo sufre su Pasión, encomendándolos al amor absoluta de la Santísima Virgen de la Esperanza.
Mientras la cola de fieles y devotos venidos de todas partes del mundo iba ampliándose y seguía discurriendo por la Calle Pureza en la búsqueda de la Esperanza, llegó a la Capilla de los Marineros como representante de la Corporación Municipal el Excmo. Sr. Alcalde, D. Juan Ignacio Zoido, acompañado del Ilmo. Sr. Delegado del Distrito Triana, D. Francisco Pérez, así como otros miembros del gobierno municipal.
Se recibieron visitas y obsequios florales de diversas Hermandades y Cofradías con las que se mantienen relaciones, y que no quisieron faltar a la cita con Nuestra Señora de la Esperanza y el Santísimo Cristo de las Tres Caídas para desear a su Hermano Mayor, y a través de él hacerlo extensivo a todos los hermanos de la Corporación, el deseo de una buena Estación de Penitencia, en la que por fin no sería la lluvia el tema destacado sino la necesidad de llevar Esperanza a todos quienes la buscan durante la Madrugada de Viernes Santo.
Así de Triana acudieron las Hermandades de la Estrella, de Pasión y Muerte, de San Gonzalo, de las Cigarreras, de la O, del Cachorro, del Carmen del Puente, de la Pastora de Triana, de Madre de Dios y del Rosario del Barrio León, así como la Asociación de María Auxiliadora de los Salesianos de Triana. De la Madrugada acudieron las Hermandades del Silencio, El Gran Poder, La Macarena, El Calvario y los Gitanos, corporaciones que recibieron igualmente la visita de nuestra Junta de Gobierno con los mismos deseos.
Asistieron igualmente las Hermandades de la Milagrosa, de San Roque, de la Lanzada, del Sol y de la Trinidad al compartir la advocación de Esperanza, así como las de las Penas de San Vicente y San Isidoro al compartir la de las Tres Caídas. De manera especial acudió, como cada año, la Hermandad del Baratillo, confirmando la relación tan especial que mantiene con nuestra Corporación, y esperando la visita que en poco menos de 24 horas realizaríamos a la recoleta Capilla del Barrio del Arenal. Igualmente recibimos la visita de las Hermandades de la Vera Cruz así como de los Dolores de la ciudad de Camas.
De manera destacada recibimos la visita del Decano del Ilmo. Colegio de Abogados de Sevilla, D. José Joaquín Gallardo, que quiso acompañar a nuestra Corporación y encomendarse a la Santísima Virgen y al Santísimo Cristo de las Tres Caídas. También el Dr. José Pérez Bernal quiso visitar a Nuestros Amantísimos Titulares y desear una Estación de Penitencia fructífera y que lleváramos la Esperanza para la Vida que tantas personas necesitan y que en la Santísima Virgen encuentran su faro, su luz y su guía.
Emotivas fueron las visitas del Muo de Santa Ana, que no quiso faltar a la cita anual con su Virgen de la Esperanza pese a encontrarse mermado en su salud, así como de los antiguos Hermanos Mayores de nuestra Corporación que no quisieron faltar, como tantos Jueves Santo, a la cita del día más hermoso del año.
Durante la mañana acudieron representaciones de los distintos colectivos que conforman la Hermandad, caso del Coro Esperanza de Triana, que quiso rezar a la Santísima Virgen con una plegaria lanzada desde sus voces, así como la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo de las Tres Caídas y la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista.
Mientras eran miles de devotos los que seguían acudiendo a la Capilla, con una cola que en ocasiones superó la calle San Jorge, testimonio de la devoción que suscitan Nuestros Titulares y de la ilusión que despierta esa noche mágica en el mundo cofrade, la mañana, intensa en el número de visitas y por el nerviosismo ante la cercana Madrugada, llegaba a su fin con la visita de la Excma. Sra. Dña. Susana Díaz Pacheco, Presidenta de la Junta de Andalucía, que no quiso faltar a la cita con Nuestra Señora de la Esperanza y el Santísimo Cristo de las Tres Caídas.
Pasadas las 18h de la tarde del Jueves Santo se procedía a cerrar las puertas de la Capilla de los Marineros tras más de diez horas consecutivas abierta para hermanos, fieles y devotos y que podían contarse por decenas de miles que habían acudido a la llamada de la Virgen de la Esperanza y del Santísimo Cristo de las Tres Caídas. En ese momento, en la calle Pureza, ya se contaban por centenares las personas que esperaban que el reloj diera las 2 de la mañana para que, un año más, volvieran a abrirse las puertas para dar paso a una noche de ensueño en la que la Esperanza se hace dueña de Triana, y de Sevilla.