Esperanza de Triana

Bendición del Simpecado procesional

Como colofón a un proceso complejo y consciente de la importancia de la excepcional pieza, ayer Sábado de Pasión, fue bendecido el Simpecado procesional. Obra genial del taller de Juan Bautista Gimeno bajo un diseño del que fuera consultor artístico de la corporación, José Recio del Rivero, esta pieza emblemática del bordado había sufrido una restauración poco afortunada en la segunda década de los años ochenta que había desvirtuado su diseño.

La riqueza y complejidad del bordado así como el estado de conservación que presentaba requerían una labor experta para la restauración y pasado a nuevos soportes textiles de la calidad que la pieza requería. Por este motivo se decidió trasladar el Simpecado a los Talleres de Sobrinos de Esperanza Elena Caro y encomendar las tareas de restauración, consolidación y recuperación a la directora del taller, Carlota Elena Meléndez que, además de ser depositaria de la tradición de más de un siglo de su familia como referente del bordado, es licenciada en Bellas Artes en la especialidad de restauración, trabajando en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) como restauradora especializada en tejidos.

El Simpecado, uno de los más ricos, originales y complejos técnicamente de cuantos procesionan en Sevilla, ha recuperado su diseño original, destacando sobremanera la Inmaculada que aparece en él, inspirada en la Inmaculada de Aranjuez, del genial pintor Bartolomé Esteban Murillo, cuya realización en sedas de colores sobre una cartela bordada en oro dota de una enorme riqueza cromática y artística al Simpecado.

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