Esperanza de Triana

RESTAURACIÓN DE UNA TOCA DE SOBREMANTO.

Dentro de las tareas de conservación que se están acometiendo sobre todas las piezas del ajuar de nuestros amados titulares, se ha procedido recientemente, por parte de Dolores Fernández, a la restauración de la toca de sobremanto de Nuestra Señora de la Esperanza que fuese bordada en los talleres de Fernández y Enríquez

Esta prenda, de ciento cuarenta centímetros de ancho por ciento uno de largo, se caracteriza porque está montada sobre malla de oro y presenta sus bordados en las dos esquinas, que adoptan forma triangular para extenderse a modo de blonda sobre el exterior de la pieza hasta la unión de ambos, dejando toda la zona central únicamente con la malla.

El trabajo llevado a cabo ha consistido en la limpieza de la pieza, eliminando los restos de suciedad acumulados a lo largo del tiempo, así como la reparación de la malla sobre la que se soporta el bordado y que se encontraba deteriorada, fundamentalmente alrededor de la zona de sujeción. En cuanto al propio bordado, éste presentaba numerosos desprendimientos, llamativos en cuanto a las piezas realizadas en hojilla o cartulina, además de multitud de puntos e hilos sueltos. La malla que sirve de soporte presentaba un estado enorme de deterioro en toda su extensión, hasta el punto de encontrarse deformada.

Antes de proceder a su reparación, se ha acometido la limpieza integral de la toca tanto sobre el bordado como sobre la malla, pretendiéndose con ello lograr el despojo de sedimentos y adherencias propias del paso del tiempo e intentando recuperar, en la medida de lo posible, tanto el color y la tonalidad original así como el brillo del oro utilizado.

Posteriormente, se ha continuado con la reparación de la malla, recomponiéndose los puntos sueltos y reconstruyéndose las distintas zonas, en especial la de sujeción, que estaba fragmentada. igualmente, estas tareas se han centrado en el bordado parcial de las piezas que presentaban ausencias del bordado: cartulinas, hojillas, la malla que une las dos piezas frontales, lentejuelas… Para este menester se ha tenido que hacer uso de oro entrefino al ser el más adecuado al preexistente, y siempre respetándose el movimiento original de cada pieza.