La hermandad, con objeto de enriquecer su patrimonio destinado al culto, ha adquirido un frontal de altar bordado en oro fino y sedas de colores sobre tisú de plata, probablemente de procedencia italiana, ejecutado entre finales del siglo XVIII y principios del XIX. Dicha pieza ha sido intervenida por nuestro conservador en bienes textiles, José Espinar Rodríguez, ya que presentaba desperfectos producidos por el paso del tiempo.
En primer lugar se ha realizado un aspirado inicial para intentar quitar la suciedad que presentaba. Debido al tipo de bordados que presenta la obra ha sido imposible realizar una limpieza por medio acuoso, tratándose de manera puntual las manchas que presentaba.
A continuación se han eliminado deformaciones que se encontraban en la zona superior e inferior del tisú.
La obra presentaba además algunas roturas y lagunas en el tejido de soporte que han sido debidamente consolidadas, empleando soportes de tejido previamente teñidos, asemejándolos al color del tisú. Se ha colocado en la zona superior un tejido de refuerzo, para facilitar su colocación a la hora de darle uso, empleándose también este mismo tejido para reforzar los extremos laterales, que conservaban muy poco tejido de soporte.
Finalmente se ha colocado un tejido de forro que además de proteger el reverso de la obra, servirá para reforzarla.